Palabra de «profe» republicana

Una muestra homenajea a las maestras de la República y a su innovador modelo educativo.

“Yo soy solamente una maestra que tuvo la fortuna de recibir parte de su formación profesional durante los años de la República, aquella República que quiso formar maestros que, como dijo don Manuel Azaña, tendrían la misión de llevar sus enseñanzas a todos los pueblos para erradicar la incultura”, escribió Guillermina Medrano en el libro Experiencia de una maestra republicana (1998). Este es uno de los testimonios de aquel grupo de mujeres, pioneras en la participación social, que relataban en sus diarios de clase la metodología del sistema educativo llevado a cabo durante la II República española y basado en los ideales de justicia, igualdad y solidaridad.

La exposición Diarios de Libertad (Centro cultural Galileo, calle Fernando el Católico, 35; hasta el 30 de noviembre, entrada gratuita) rinde ahora homenaje a estas maestras. “Estos diarios son reflexiones muy importantes”, dice Luz Martínez Ten, secretaría de Mujer y Políticas Sociales de FeSP-UGT, responsable de la muestra junto al Ayuntamiento de Madrid. “Con la represión franquista muchos fueron destruidos y con ellos las voces de estas mujeres; otros, en cambio, fueron escondidos y afortunadamente se han podido recuperar para contar su historia”, añade. Junto a estos diarios de clase, se exhiben también diarios personales, de cárcel y de exilio. Dividida en tres espacios, la muestra realiza un recorrido histórico de la labor de estas maestras y de aquellas que les precedieron.

Diarios de Libertad es un paso más en la recuperación de la memoria de este colectivo que comenzó con la creación del documental Las Maestras de la República en 2014, ganador de un Goya. Un trabajo de investigación, como explica Martínez, que busca hacer justicia: “Se ha hecho un gran esfuerzo para recuperar los nombres de estas mujeres y sus legados, olvidadas como tantas otras por la historia. Les debemos mucho porque fueron las primeras en arriesgar sus vidas para cambiar el modelo educativo y social”. Aunque el tiempo juega en su contra. “Las historiadoras advierten que estamos casi fuera de plazo porque esa generación de maestras está muriendo y son ellas las que pueden dar testimonio real de aquellas historias”, explica Martínez.

La educación republicana coincide con un periodo de innovación, fruto de la creación de la Liga Internacional de la Educación Nueva en los años 20. Esta corriente progresista proponía metodologías para la formación integral del alumnado. “Se atendían aspectos físicos y mentales con el objetivo de crear ciudadanos felices, lejos de aquel concepto de ‘la letra con sangre entra’”, explica Martínez, quien afirma que es precisamente ese modelo el que se utiliza en países como Finlandia. “Sin la represión franquista, que depuró al profesorado y convirtió la educación en un producto elitista, la educación española se parecería hoy a la de países cuyos sistemas son exitoso donde la educación y el personal docente son la prioridad del estado”, concluye.

Este artículo fue originalmente publicado en El País en noviembre de 2017.

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